

Episode 7
Episode 7 | 1h 8m 45sVideo has Closed Captions
As Joseba finally gets out of prison and his comeback awakes mixed feelings.
As Joseba finally gets out of prison and his comeback awakes mixed feelings, Jon bonds with Elena, but she is not quite sure of his innocence yet.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback

Episode 7
Episode 7 | 1h 8m 45sVideo has Closed Captions
As Joseba finally gets out of prison and his comeback awakes mixed feelings, Jon bonds with Elena, but she is not quite sure of his innocence yet.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
How to Watch Presumed Guilty
Presumed Guilty is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.

Discover Mysteries, Romances, & More
Explore our hand-picked collections of PBS dramas to find your new favorite show. Browse our catalog of sweeping historical epics, breathtaking romantic dramas, gripping crime thrillers, cozy family shows, and so much more.-[Jon] ¿Qué es esto?
-[Maite] Estaba dentro del libro de Anne que me diste.
[Jon] Esa no es mi letra.
-Jon.
-Déjame.
Susana, soy Jon.
Necesito que me digas el titular de un número de teléfono.
Soy familia de Anne Otxoa.
Era yo quien llevaba su embarazo.
[Jon] ¿Qué me vas a decir?
¿Que Anne y yo estábamos en un mal momento y de repente os encontrasteis?
No sabes todo lo que me he arrepentido durante estos años.
No quiero volver a verte en la vida.
[Maite] No puedes abandonar ahora.
Hazlo por mí.
No le voy a decir nada a tu hermano, no te preocupes.
Es el tipo de fibra de vidrio más contaminante que existe.
Utilizarla es delito.
También pagaréis cada céntimo de lo que cuesta recuperar el litoral y el estuario, y los laboratorios recibirán una indemnización.
Si esto se hiciera público, podrías estar en la cárcel.
No podemos deshacernos de ella así como así.
¿Que su hijo ha intentado mataros no es motivo suficiente?
[hombre policía] La mujer está desesperada.
Él intentó suicidarse en la cárcel y tienen miedo que lo vuelva a intentar.
[Susana] ¿Y tú qué le dijiste?
Que probara firmar una carta de arrepentimiento.
En cuanto al juez de vigilancia penitenciaria firme los permisos de la condicional, seré libre.
[Amaia] ¿No quieres que vuelva a casa?
Lo quiero donde no haga daño.
Limpiar la bahía nos puede salir caro, pero nos ganaríamos la opinión pública.
Y entraríamos en bancarrota.
¿Te acuerdas de aquel crucero que rechazamos construir?
Podrías hablar con tu padre.
Mi padre no es un cajero automático.
Si no salimos de esta, puedo acabar en la cárcel.
Así lo solucionéis todo con golpe de talonario.
No quiero volver a verte.
[Maite] Javi no puede ser el padre.
Cuando termina la temporada, tu hermano se va al hemisferio sur a buscar olas.
Está claro que Javier está encubriendo a alguien.
Esta no es mi letra.
¡Ah!
¡Se estaba tirando a mi novia y a ti te pareció tan buena idea que decidiste protegerlo!
Me dijiste que mamá puede conducir.
Y el último coche que se compró fue un todoterreno gris.
-[Javier] Sí.
-¿Y le has vuelto a ver conducir desde entonces?
¿Cómo me puedes explicar que haya encontrado sangre en el coche que condujiste la noche que desapareció?
[Begoña] Anne.
Jon, aún no.
Jon.
Ah.
Ah.
Ni siquiera pude ayudarla y tampoco podía contar lo que pasó porque si ella iba a la policía, te hubieran culpado.
Tú eres el único responsable de lo que le ocurrió a Anne aquella noche.
[suena música de suspenso] [hombre 1] ¡Anne!
¡Anne!
¡Anne!
[hombre 2] ¡Anne!
[hombre 1] ¡Anne!
[mujer] ¡Anne...!
[hombre 1] ¡Anne!
¡Anne!
¿Qué?
¿Viste algo?
Nada.
[hombre 2] ¡Anne!
[suena música de suspenso] [Elena] ¡Qué novedad!
[Jon] ¿Por?
Vengo aquí a menudo.
No lo digo por el lugar, lo digo porque... No sé, te veo tan relajado.
[suena música de suspenso] ¿En qué piensas?
Siempre pensé que tenía dos opciones.
Escaparme o intentar averiguar lo que pasó.
¿Y qué piensas hacer?
Olvidarme de todo y vivir.
[suena música de suspenso] [aves trinan] [Amaia suspira] [Joseba habla en euskera] Estás fuera por fin.
¿Y aita?
¿Y mis hermanos?
¿Qué?
¿No han venido?
Anda.
Ponte esto.
Imaginaba que ibas a salir así.
Bueno, pero no me trates como si tuviera 15 años que me doy la vuelta, ¿eh, ama?
Eso no lo digas ni en broma.
¡Hala!
Venga, [habla en euskera] ¿Te pasa algo?
No, ama, no me pasa nada.
Nadie sabe lo de la carta.
A ver por cuanto tiempo, ¿eh?
Bueno, ¿y qué?
Tú sabes como pienso y no ha sido plato de mi gusto.
Pero si tú y yo nos lo hemos tragado, no veo por qué los demás no van a poder hacerlo.
Ya.
Ah.
[trueno] [Elena] Ah, gracias.
Ah, me ha calado el cuello.
Jamás me acostumbraré a estos cambios de tiempo.
-Toma, sécate con esto.
-Gracias.
Si quieres, sube a la habitación y coge una camiseta cualquiera, ¿vale?
Vale.
Voy encendiendo el fuego.
[truenos] [Elena] Ay.
[suena música de suspenso] [Jon] ¿Doctora?
[Elena] Sí.
Sí, sí, ya bajo.
¡Qué frío!
Corriendo a la chimenea, venga.
[Elena] Uy.
Jon, ¿estás bien?
Parece que has visto un fantasma.
¿Qué es la...?
¿La camiseta que... era de ella?
No.
Era mía, pero ella se la ponía de vez en cuando.
-Me voy a cambiar.
-No, no, no, por favor.
Toma, con esto entraremos en calor.
Si-Siéntate ahí.
[suspiro] Parece que no va a dejar de llover.
Podríamos ir pensando en cenar, ¿no?
Claro.
Voy a llamar a Arancela, quien nos trae la comida aquí a casa.
Ay.
[Elena] ¿Todavía tienes el teléfono de Anne?
Te parecerá una tontería, pero borrar el teléfono es como darla por muerta.
Me quiero olvidar de ella, pero no deseo que le pase nada malo.
Lo entiendo.
[lluvia] [truenos] Toma, aquí la tienes.
Gracias.
Estoy muerto.
Cuando tengo clases a primera hora... Aunque para muertos tú, ¿se puede saber qué te pasa?
¿Eh?
Hay algo que no te he dicho.
Llevo días intentando contártelo, pero... Eh, para, para, para, que ya me conozco la canción.
Pero ¿qué canción?
Pues, que no es por ti, que por mí, que, que... No, que no, Javi.
No es eso.
No es eso.
No es eso.
Entonces ¿qué pasa?
A ver, eh, mi madre me dijo que... Supongo que le daba miedo que la cosa se torciera o... Y me dijo que no dijera nada hasta que la juez firmara los papeles.
Ahora sí que me estás acojonando.
¿Qué juez?
¿Qué juez?
El que ha dejado a Joseba en libertad.
Hostias.
Sí.
Está en la calle desde, desde hoy mismo.
¿Cómo, cómo ha sido eso?
Pues, no sé, no sé.
Le han concedido la condicional.
Se ve que presentaron un recurso ante el Supremo y, y, y... Escucha, ¿tú, tú cómo estás?
Pues, no sé, Javi.
Hace muchos años que, que no lo veo y... Pero de pensar que va a estar en casa como si nada, es que... Vente ya a vivir conmigo.
Total, ya pasas muchas noches aquí.
No, no.
Si vengo a vivir contigo, quiero que sea por nosotros.
No por Joseba.
Además, que en cuanto aparezca por el pueblo, las cosas entre nuestros aitas se van a poner difíciles.
Ya, yo lo sé, Maite, pero no podemos dejar que esto nos afecte a nosotros.
Tengo que llamar a Jon para contárselo.
No, no.
Espera, espera, espera.
Deja que, que lo haga yo, ¿vale?
En persona, que será mejor.
Vale.
[suena música de suspenso] [Elena] Yo les hice daño.
Por eso no puedo verlos.
¿De qué estás hablando?
De mis hijos.
Me preguntaste una vez y creo que ya es hora de que sepas la verdad.
No siempre fue así, al principio teníamos la custodia compartida y... yo pasaba cantidad de tiempo con ellos.
Ah.
¿Por qué os separasteis?
Por lo de siempre.
¿Una tercera persona?
Yo le engañé.
Pero, bueno, mi matrimonio siempre fue un desastre, nunca funcionó.
Luego pasó algo con los niños que... que mi ex nunca me ha perdonado.
No me lo tienes que contar si no quieres.
A los pocos meses de, de separarnos, rompí también con, con esta tercera persona y, y yo ya no tenía ganas de, de verlo, no... Y una noche se presentó en mi casa.
No quise abrirle la puerta.
Entonces él me dijo que si no lo hacía, pues, que era capaz de hacer una tontería.
¿Te amenazó?
No, a mí no.
Con suicidarse.
Y sí, la verdad es que era un tipo que entraba en el perfil.
Entonces dejé a los niños un momento solos, fue nada, unos minutos.
¿Y qué pasó?
Y me olvidé que había dejado una sartén en el fuego y Darío quiso apagar el fuego y, y derramó el aceite en su brazo y... En el hospital nos dijeron que tenía quemaduras de tercer grado.
Ay, fue mi culpa.
-No, no fue tu culpa.
-Sí, sí, sí, fue mi culpa.
No, le podía haber pasado estando tú en casa y no puedes estar toda la vida culpándote por eso.
Él dijo que había dejado a los niños solos para estar con mi amante.
Él recurrió a la sentencia y le dieron la custodia, y se vino aquí a Bilbao.
Y yo detrás, siempre intentando estar lo más cerca posible de ellos.
Eso no tiene por qué ser siempre así.
Pero es que yo siempre me voy a sentir culpable.
[truenos] Y ya está, ¿ya ves?
Soy la alegría de la fiesta.
Oye, no escampa.
Tendrás que ir pensando en llevarme a casa.
También puedes quedarte.
No creo que sea buena idea.
Entiendo.
Aunque seguir las buenas ideas nunca ha sido mi fuerte.
[suena música de suspenso] [Aitor] ¿Ya te has enterado?
¿Cómo puede estar en la calle?
¡Es culpable!
¡Lo juzgaron, lo condenaron, hasta se reía en público de todo lo que nos había hecho, -de todo!
-Tranquilo, Aitor.
Lo sé, tranquilo, por favor.
¿Qué se supone que tengo hacer ahora?
¿Tengo que acostumbrarme a vivir día a día con la persona que intentó asesinarme?
¿Es eso lo que tengo que hacer, Begoña?
No, no, no, Aitor.
Él tendrá que aprender a convivir con la persona que no pudo acabar.
Tú me lo has dicho muchas veces.
Tienes que seguir adelante.
Esa es tu forma de ganar.
Lo sé, pero es que pensar eso no me ayuda ahora.
Aitor, eres el único con sentido común en esta familia.
No dejes que esto te derrumbe.
O no sé qué será de nosotros.
[Joseba] Pues, está todo como, como muy tranquilo, ¿no?
[Amaia] ¿Y qué esperabas?
Las cosas han cambiado.
No anda a cojones, ¿no?
Seis años en la cárcel para nada.
Venga, vamos a casa, que nos estamos empapando.
Yo, ama, si no te importa, prefiero quedarme.
Voy a dar una vuelta.
-Claro.
-¿Eh?
Dame la bolsa.
[habla en euskera] -Agur, mamá.
-Agur.
Dos zuritos.
[Gorka] ¡Ay, va la hostia, Joseba!
Ongi etorri.
[habla en euskera] ¿Tú ya sabías algo, Laia, ya?
Todo está bien, ¿eh?
Amaia me lo contó, pero me dijo que no dijera nada.
[Gorka] Eh, estás en forma, ¿eh, cabrón?
Bueno, tanto como eso no sé, pero, bueno, algo de ejercicio hemos hecho.
Sí, ¿eh?
-¿Sabes de qué tengo ganas?
-[Gorka] ¿De qué?
-De ir a frontón.
-Pues, hecho.
Mañana mismo.
-Venga, tres zuritos.
-Está hecho.
[habla en euskera] [suena música suave] Ya te habrá dicho tu mamá lo de Jon, que ha vuelto.
Sí, ya me ha dicho, sí.
No me acojones.
Tú sabes.
Ahora resulta que tenemos que convivir con un asesino.
Gorka, sácate esos zuritos que me está entrando un calor.
¡Hala!
Por los viejos tiempos, ¿no?
-[Gorka] Sí, va. -Chin, chin.
¡Hala!
Esos, Laia, ¿qué?
¿Qué hostias les pasa?
-¿Eh?
-Ah, no les hagas caso.
[Amaia suspira] [Amaia] Joseba está a punto de llegar.
Agur.
¿Dónde vas?
No quiero estar aquí.
No me lo puedo creer.
¿No vas a poner nada de tu parte?
¿Para qué?
¿Para joder más las cosas?
Me voy al bar.
[Amaia] ¿Y tú qué?
¿También vas a salir?
No.
Ayúdame con la cena, por favor.
Voy.
¿Y Maite?
Pues, como no esté en su cuarto, no tengo ni idea.
¡Maite!
¡Maite!
[lluvia] "Para que vayas aprendiendo sobre las olas.
Vamos a coger muchas juntos, Javi".
[suena música de suspenso] [Amaia] Como ves, no han estado los tiempos para reformas.
¿No le vas a decir nada a tu hermano?
Ongi etorri, Joseba.
Eskerrik asko, enano.
¿Qué?
¿No me vas a dar un abrazo?
Venga, hombre.
¿Y Maite?
¿Y aita?
El aita ha tenido que salir, algún problema con la barca y Maite... no sé dónde estará.
Bueno, qué le vamos a hacer, ¿no?
[Amaia] Pero, bueno, podemos ir poniendo la mesa y cenando, ¿no?
Hombre, claro.
Mira, ama.
He traído una botella de chacolí, que nadie diga que vengo con las manos vacías.
Pero, bueno, vamos, en tu propia casa, como si fueras un extraño.
-¡Qué cosas!
-A ver.
[perros ladrando] [suena música de suspenso] [Elena jadea] -[Elena] Jon.
-Anne, no corras.
Hey.
No corras.
Es sangre.
Sangre.
Es sangre.
[suena música de suspenso] [puerta se cierra] [suena música melancólica] Qué estabas celebrando, ¿no?
La salida de tu hijo.
Baja el volumen.
[suena música melancólica] Yo no, no quise despertarte esta noche, pero habían unos perros que deben ser de alguna finca de por aquí que no dejaron de ladrar.
Bueno, estarían nerviosos por la tormenta o por algún animal salvaje.
Bueno, me despertaron, bajé y me pareció ver a alguien.
-No lo sé.
-Pero ¿qué cojones?
¿Qué pasa?
[Jon] ¿Se puede saber qué haces aquí?
No, no, no.
[suena música de suspenso] [gritando] ¡No me toques!
¡Lárgate!
¡Qué te vayas!
[suena música de suspenso] ¿Qué ha pasado?
Nada.
Mejor no darle importancia.
[suspiro] La verdad es que... yo debería ir tirando.
Hoy tengo que entregar unos informes.
Bueno, termina de desayunar, ¿no?
Pues, sí, pero estaba pensando en ir andando.
¿No?
Puedo ir dando un paseo.
Como quieras.
¿Nos vemos luego?
[suena música dramática] [puerta se cierra] [suena música dramática] [recuerdo] [Jon] Cariño, ¿tienes los informes de las últimas muestras?
Sí, me lo acaban de mandar.
Está en una de las carpetas de mi portátil.
[suena música de suspenso] ¿Sabes que el jueves tenemos una reunión con el Ministerio de Sanidad?
Sí, claro.
Es en Madrid.
El abogado puso muchísimo interés en que fuéramos juntos.
Ya me lo dijiste.
¿Por qué piensas que iba a faltar?
Por nada.
Con tantas cosas, es normal que no sepamos dónde tenemos la cabeza, ¿verdad?
[suena música de suspenso] [suspiro] [suena música misteriosa] ¿Qué?
¿Vueltita corta hoy?
Te vas a oxidar con tanto trabajo de oficina.
[hombre] El cuerpo aguanta, la cabeza ya es otra cosa.
[hombre 2] ¡Son las chicas!
Llevo medio año aquí, y cuando te veo, son lo único que te alivia el dolor de cabeza.
Mira.
¿Quieres que te llevemos a algún lado?
A mí siempre me han dicho que tres son multitud.
Nada, este lo llevo de lastre, si vemos que nos ralentiza, lo echo por la borda.
Pues, ojo que el lastre rema mejor que tú.
[risas] Mira.
[suena música de suspenso] [Bernardo] ¿Elena?
[Elena] Sí.
Hola.
[Bernardo] Hola.
Te habrá extrañado que te haya llamado así.
Me dieron tu teléfono en el periódico donde trabajas.
¿Nos conocemos?
Sé que estuviste investigando la desaparición de Anne Otxoa, por eso te he localizado.
¿Tienes alguna información que darme?
No.
Te vi discutir con Jon esta mañana.
[risa] ¿En su casa?
Sí.
Entonces eres la nueva Anne.
Necesito saber por qué discutíais, por favor.
Puede que haya encontrado el motivo que tenía Jon para matar a Anne.
Que yo sepa, Anne no está muerta.
Bueno, vale, perdona.
Para desearla muerta, ¿vale?
Y ahora se me hace tarde.
¿Tiene algo que ver con unos abogados en Bilbao?
¿Aranguren y Asociados?
¿Tú qué sabes de todo esto?
Vi una copia de la demanda, pero no sé nada más, y por eso pensé que, que a lo mejor podrías ayudarme.
Mira, he conseguido contactar con alguien que trabajaba por aquella época en el bufete.
Jon les contrató poco antes de que Anne desapareciera para demandarla.
Sí, pero eso no quiere decir que le hiciera nada.
No.
O sí.
Por lo visto, el contrato con Anne estaba muy bien atado, y no iba a poder quitársela de encima tan fácilmente.
Bueno, al menos, legalmente.
Jon no le hizo nada, estoy segura.
Eso no se puede saber.
Su coartada es precisamente que no recuerda nada de aquella noche.
Por eso se puso en mis manos.
Soy psicóloga, y le estoy ayudando a recordar.
Él quiere recordar, quiere saber lo que pasó.
Si fuera culpable, nunca haría eso.
Te voy a enviar unas imágenes que te harán cambiar de opinión.
Jon... Jon es un tipo muy peligroso.
[suena música de suspenso] ¿Qué está haciendo aquí?
Apelaron al Tribunal Supremo.
¿Y qué?
¿Qué pasa...?
¿Que a los que nos destrozó la vida no tenemos nada que decir?
Por lo visto, firmó una carta de arrepentimiento.
¡Ese hijo de puta no se arrepiente de nada!
Ahora mismo se estará descojonando de la risa por habernos tomado el pelo a todos.
Mira, Jon, estoy segura de que va a hacer todo lo posible por provocarte, así que te pido, por favor, que te mantengas al margen y no entres en su juego.
¡De puta madre!
¿Encima el que tiene que tener cuidado soy yo?
Este es el mundo al revés.
Jon... ¿Qué ha pasado?
Todavía nada, pero la llegada de Joseba al pueblo nos va a traer problemas.
Mejor haberme quedado callado, ¿no?
Hiciste lo correcto, aunque no siempre es lo mejor.
[suspiro] ¿Me quieres explicar a qué viene ahora todo esto?
A que no estaría mal hacer las cosas como Dios manda.
"¿Como dios manda?".
¿En serio, Ainhoa, en serio ahora me vienes con eso?
Solamente estoy diciendo que demos los pasos que haya que dar, que informemos al Ayuntamiento, que, que pidamos los permisos que haya que pedir, ya está.
Ainhoa, si hacemos eso, no podremos empezar el barco hasta dentro de años, ¡años!
Y te recuerdo que es ahora cuando estamos al borde de la quiebra.
Y yo al borde de una moción de censura, guapo.
Pero a ti eso te da igual, ¿no?
A ti eso, claro, mientras no te salpique.
¿Sabes lo que te digo?
Que estoy harta de hacer lo que tú digas.
¡Se hace lo que dice mi porcentaje en esta empresa!
Que por si lo has olvidado, es mucho mayor que el tuyo.
-¿Tu porcentaje de acciones?
-[Iñaki] ¡Sí!
Si tú tienes las acciones, yo tengo de mi lado a ama y al tío.
Y sin su apoyo, tus acciones no valen nada.
Así que vamos a llevarnos bien, ¿eh?
O ni tú ni yo podremos mover un dedo en esta empresa.
[Iñaki] No, mi suegro tiene el caramelo en la boca.
Si la cosa se alarga, podría perderlo.
¡Esto tiene que estar resuelto antes de las elecciones!
Haremos ese barco, ¿de acuerdo?
Pero por la vía legal, tarde lo que tarde.
[suena música de suspenso] ¿Hola?
Está dando una clase.
Buscas a Javi, ¿no?
Sí.
Bueno, a ti también.
He visto a Joseba.
Ya.
Sé que es difícil, pero vas a tener que acostumbrarte.
Hacer como si no existe.
Es lo que hago yo.
Para mí no es tan fácil.
Bueno, siempre ten las cosas que de verdad valen la pena.
Sé que, por lo menos, ya tienes una, ¿no?
Y muy guapa.
¿Tú cómo lo sabes?
Jon, por favor, que este pueblo es muy pequeño, ¿o ya te has olvidado?
¿Quieres tomar algo?
No.
-¿No?
-No.
Bueno.
Oye, me parece genial.
A ti se te ve en la gloria.
Y ella, no sé, parece muy maja, ¿no?
Lo es.
¿La conoces bien?
Creo que sí.
¿Por qué lo dices?
Nada, la he visto hablando con el periodista que investigó el caso de Anne.
¿Y?
Bueno, que le ha estado preguntando por ti, si no, ¿a santo de qué?
Elena ha estado escuchando mucha mierda sobre mí desde que llegó al pueblo.
Es normal que tenga preguntas, ¿no?
Sí.
Sí, sí.
Pero normal sería que, que te las hiciera a ti, ¿no?
Supongo que tendré que ir acostumbrándome.
¿A qué?
A vivir rodeado de gente que no se fía de mí.
[suena música de suspenso] [recuerdo] [Jon] Estos son los últimos.
Lo siguiente es coger un hacha y ponerme a cortar los postes de la luz.
Mira que te dije que llamaras a los de la leña.
Pero se me fue pasando.
Aparte, no pensaba yo que se iba a estropear la calefacción.
¿Dónde tienes la cabeza últimamente?
Pues, no lo sé, dímelo tú.
Lo único que te puedo decir es que esa madera está húmeda.
Pero, bueno, la chimenea no es la única forma que tenemos de calentar la casa, ¿no?
[Jon] Hmm.
Claro que no.
[timbre de teléfono] Perdona.
¡Voy yo, voy yo!
Gracias.
[timbre de mensaje] Todo a la vez.
[Anne] Lo apago, ¿vale?
Sí.
[suena música de suspenso] [Ann] Qué rico.
Algún día me tienes que decir cómo haces para cocinar así de bien, ¿eh?
[Anne ríe] Prefiero no decírtelo.
Si entre nosotros ya no hubiera secretos, todo sería muy aburrido, ¿verdad?
[Anne ríe] Venga, que se enfría la cena.
Vamos.
[suena música de suspenso] ¿Hoy te ha dejado plantado tu amigo?
Le han cambiado el turno.
¿Y sales solo?
Esta es la mejor hora, no hay barcos, encienden las luces de las calles.
Casi como estar en otro planeta.
Yo a veces cuando nado me quedo un rato flotando boca arriba, me encanta.
Es como si estuviera yo sola a mitad del mar.
Si quieres venir, me sobra un remo.
Vale.
¿Sí?
Sí.
Vamos.
[risa] Toma.
[risa] ¿Adónde quieres ir?
¿Izquierda o derecha?
Mmm, donde tú quieras.
Venga, vale.
[timbre] [Jon] Hola.
[Elena] Hola.
-¿Mucho frío?
-Uy, qué bien que está la chimenea encendida.
Ah.
Es que realmente da igual que estés en casa, en el coche, se te mete el frío adentro, ¡ah!
Por mucho que te calientes por fuera, si no empiezas a hacerlo por dentro, vas mal.
Oye, tú sí que vas al grano, ¿no?
[risa] Perdona, eso no ha sonado como tenía que sonar.
La verdad es que pensaba que no ibas a venir.
¿Y por qué?
No sé.
Pensaba que quizá para ti íbamos demasiado deprisa.
¿Y para ti vamos demasiado deprisa?
No, pero quiero que te sientas cómoda.
Hay muchas maneras de hacerme sentir cómoda.
[Elena gime] [risas] Ah.
[gemidos] [gemidos] Jon.
[gemido] Jon.
[Anne gime] [gemidos] [Jon] ¡Sh!
[Elena] ¡Au!
¡Ah!
[gemidos] Jon.
[quejidos] [Elena] ¡Ah!
¡Jon!
Ay, Jon.
Ah.
[quejidos] ¡Ah, ah!
[jadeos] Perdón.
Perdón.
[Elena jadea] Perdón.
Perdóname.
[trueno] Lo siento.
Lo siento.
Lo siento, ¿estás bien?
[Elena] Ya.
¿Qué ha pasado?
[jadeos] Perdóname.
Perdóname.
[jadeos] [truenos] [suspiro] ¿Qué coño ha sido eso?
Sexo.
-Solo sexo -No, eso no ha sido sexo.
Lo siento, no sé qué me ha pasado, se me ha ido la olla.
¿Te estabas acostando conmigo?
¿Qué pregunta es esa?
Que si te estabas acostando conmigo, porque me estabas mirando, pero no me veías.
Te pido disculpas.
Lo siento.
Elena, sé que no soy el hombre perfecto, y que voy a meter la pata un millón de veces, pero te juro que lo único que quiero es que te sientas conmigo como yo me siento contigo.
Eres lo mejor que me ha pasado desde que he venido.
No quiero perderte.
Lo siento.
¿Te puedo dar un abrazo?
Lo siento.
Lo siento.
[suena música de suspenso] Qué manía con irte siempre a toda velocidad.
Hmm.
Y qué manía mis jefes, ¿no?
Con lo de ponerme un horario.
Hmm.
[gemidos] Por un día que no vayas, los pájaros no se van a morir.
[risas] ¿Y tus alumnos?
Hoy no hay clase.
Por el huracán.
[risas] ¿Qué huracán?
[risas] Al profesor no se le lleva la contraria.
Ah, vale, vale, vale.
Si yo digo que hay huracán... es que hay huracán.
[risas] [Javier] Maite.
¿Hmm?
¿Qué pasa?
Tu madre.
-¿Qué pasa con mi madre?
-Que está ahí fuera.
Joder.
[Maite] Ama.
¿Qué haces aquí?
Puedo aguantar que nos hayas estado mintiendo a tu aita y a mí.
Puedo aguantar que te hayas metido en la cama de uno de ellos.
Pero lo que no puedo soportar es que no hayas estado en casa para recibir a tu hermano.
Ese no es mi hermano.
Mi hermano era un buen chaval que me defendía y que jugaba conmigo.
Mi hermano lo quería y lo admiraba.
El que ha ido a casa es... es un asesino.
Tu hermano nunca ha matado a nadie.
Ha ayudado a que otros lo hagan, que es exactamente lo mismo.
Pero ¿qué sabrás tú de la guerra que ha librado?
¿De la que está librando?
Pero ¿qué guerra?
Ama, ¿qué guerra?
¡Que ya está bien de tratarlo como si fuera un héroe.
¡Lo que es, es un cobarde y un terrorista!
[suena música dramática] Hace unos años, éramos aquí trabajando... más de 20 personas.
Ahora apenas somos cuatro gatos.
¿Por qué no lo cierras?
Pues, porque eso es lo que todo el mundo piensa que voy a hacer.
¿Así que esto sigue abierto solo por... llevar la contraria?
Más o menos.
Desde que fui pequeño he aprendido que cuando una puerta se cierra, hay que tirarla abajo.
¿Qué piensas?
No, que.. Ahora mismo, no sé si eres el Jon que me asustó ayer por la noche o... o el que me está enseñando esto como un niño con su juguete.
¿Con cuál de los dos me quedo?
Con ninguno.
Los dos pagan mal y se meten siempre en líos.
Guillermo, Elena.
-Hola.
-Encantada.
[Jon] Él es quien dirige todo esto.
Todo esto es un edificio casi vacío y sin proyectos, gracias a su familia.
[Jon] Cuando paguen indemnización nos pondré otra vez en marcha.
[timbre de teléfono] [Guillermo] ¿Cuando nos paguen?
¿Quieres decir si pagan?
[Jon] Mira, mi tio.
Justo a tiempo para callarte la boca.
Enséñale esto, por favor.
Disculpa.
¿Sí?
-¿Me acompañas?
-Claro.
[Guillermo] Así que tú eres el motivo por el que Jon sonríe de vez en cuando.
[risas] [Elena] Bueno, eso tampoco es decir mucho.
[Guillermo] Al contrario.
Hacía seis años que no lo veía así.
Aquí todo ha sido un palo tras otro.
[Elena] Ah, sí, después de lo de Anne, ¿no?
Su desaparición.
Incluso los problemas que tuvo aquí con Jon, ¿no?
Ya sabes, lo de los abogados esos, lo de... Ah, ¿que te lo ha contado?
Sí.
Si se llega a ir y a llevarse el proyecto que tenían, esto se habría venido abajo.
Bueno, tampoco es que ahora estemos muy arriba.
¿Cómo iba a llevárselo?
¿No?
Pensaba que el proyecto era de los dos, al 50%.
Hmm, sí y no.
Ella decía que había sido cosa suya, que era su investigación y que podía demostrarlo.
Entonces, pensaba dejar a Jon en la estacada.
Hemos salido de peores.
De hecho, ahora mismo estamos en la peor de todas.
Pero saldremos adelante, sobre todo con Jon aquí.
Él hará lo que sea con tal de salvar a esta empresa.
[suena música dramática] ¡Amaia!
Ya me he enterado.
¡Muchas felicidades!
[Amaia] ¿A, a mí por qué?
[mujer] ¿Cómo qué por qué?
Que Joseba ya está en casa, ¿no?
Me han dicho que ayer le vieron por el pueblo.
Ah, sí, sí, es verdad.
Gracias.
[mujer] ¿Y cómo está?
¿Cómo le ves?
Feliz, ¿no?
Y en casa, vamos, estaréis todos contentísimos.
Begoña.
[Begoña] Sí.
¿Has terminado?
Te estamos esperando.
Ah, sí, claro.
Vamos.
[Amaia] Vale.
Café de mi cuenta.
[mujer] Ay.
[risas] [Amaia] Gracias.
[suena música de suspenso] Por fin.
Tengo a Natalia esperando abajo.
¿Hay algo más que decir sobre esto?
Sí.
Que es un acuerdo del que saldréis muy bien parados.
Demasiado bien parados.
¿Un acuerdo, Jon?
Es un chantaje y punto.
Es la única forma de arreglar esto sin meter a la prensa de por medio, que en el fondo es lo que os merecéis.
Espero que esto sea una oportunidad para empezar de cero.
Ya está.
Yo también lo espero.
¿Habéis terminado?
¿No te he dicho que bajaba ya?
[Natalia] Llevas media hora diciendo eso.
¿No sabes el frío que hace abajo?
[Guillermo] Así que tú eres con el que nos tendremos que pelear dentro de 20 años, ¿eh?
Ciertamente, espero que acabe lejos de este despacho.
-[Jon] Voy saliendo.
-[Guillermo] Sí, ahora voy.
Tiene las manos grandes, podría ser pianista.
Yo hice la carrera de piano.
¿En serio?
¿Y qué pasó?
Pues, que me crucé con el hombre equivocado, eso pasó.
[Iñaki] ¿No teníamos prisa?
Bueno, me alegro de volverte a ver.
Y yo.
[suena música de suspenso] No me puedo creer que hayan firmado sin más.
No tenían otra opción.
Esta gente siempre tiene otra opción.
Por eso es que hay que desconfiar.
[Jon] De mi hermano Iñaki, por supuesto, pero de mi tío sí que te puedes fiar.
[Guillermo] Que no te líe, Jon.
Que sé que le tienes cariño, pero hay que andar con pies de plomo, ¿vale?
Con todos ellos.
Prométemelo.
[suena música de suspenso] [Guillermo] Jon, no quiero más riesgos.
Ya he corrido bastantes.
Anne va a salir de la empresa, pero todavía no sé cómo.
Nadie sabe lo de su acuerdo con mis laboratorios.
Antes o después sabrán quién ha pasado la información.
Para cuando eso suceda, tú ya estarás trabajando para mí.
Contigo.
No quiero ser el segundo de nadie.
Si ella deja su puesto, entonces, su puesto es mío, con todas las consecuencias.
Y nada de marcha atrás.
No quiero que esto solo sea una pelea de enamorados que luego todo quede en nada y yo con el culo al aire.
Quédate tranquilo.
Con Anne lo voy a dejar todo bien atado.
[suena música de suspenso] Buenos días, alcaldesa.
Hombre, Bernardo.
¿También aquí?
No hay manera de darte esquinazo, ¿eh?
Bueno, alguien tiene que poner comida en la mesa de mis hijos.
[alcaldesa] Si tú no tienes hijos.
Mis lectores son como mis hijos.
Ya.
Y, por cierto, quieren saber qué opina usted de la excarcelación de Joseba Otxoa.
No opino nada.
Hombre, algo opinará.
Que esta mañana ha vetado la celebración de un acto de bienvenida propuesto por la oposición.
Claro, es que no podemos gastar el dinero de los contribuyentes a la ligera.
Eso lo sabes tú, lo sabe la oposición, y lo sabemos todos.
Joseba Otxoa participó en el atentado contra su padre, en el que su tío perdió una pierna.
¿En serio le da igual verlo en la calle?
Si la ley dice que Joseba Otxoa tiene que estar en la calle, yo no tengo nada que objetar.
Si me disculpas, me están esperando.
[Aitor] Por un momento, pensé que no ibas a firmar.
[Begoña] Por un momento, no iba a hacerlo.
No me gusta que me digan lo que tengo que hacer y menos en mi casa.
Jon no tiene la culpa.
Ya lo sé.
A veces pienso... quizá nos hemos equivocado dejando que Iñaki haga y deshaga.
Tiene buena cabeza.
Pero malas intenciones.
Salvador se fiaba de él.
Salvador se fiaba de demasiada gente.
Espera un segundo, ahora voy.
Te espero en el coche.
[motor en marcha] Hombre, Aitor.
Cuánto tiempo, ¿no?
¿Tú qué cojones haces aquí?
Yo he venido a buscar a mi ama, ¿eh?
Tiene una hora para comer, ¿no?
¿O también le habéis quitado ese derecho?
Aitor, vamos al coche.
Anda.
-Que no me entere yo, ¿eh?
-[Begoña] Aitor.
Que no me entere.
Anda, vamos al coche.
[Joseba] Te veo bien.
Vamos, por favor.
Aitor, vamos.
Has salido demasiado pronto.
Bueno, yo sé de uno que ni tan siquiera ha entrado.
Y un día, le matan a la hermana y están paseándose por el pueblo como si nada.
[suena música de suspenso] [motor enciende] [timbre] [Jon] Ah, llegas justo a tiempo.
La carne ya casi está.
¿Qué prefieres?
¿Tinto o blanco?
Me tengo que ir.
¿Por qué?
¿Qué pasa?
Ah, es que me ha surgido algo y tengo que irme a casa.
Bueno, si quieres llevamos allí la cena y... No, no, no.
Es... [Jon] Hola.
Os he dicho que os esperaréis en el coche.
-¿Qué dice?
-[Elena] Que está muy oscuro y tiene razón.
[Jon] ¿Y dónde tienes que ir?
Es que a mi ex le ha surgido un viaje de, de trabajo y me los ha dejado.
Bueno, pues, si queréis, podemos cenar los tres.
He hecho comida para un regimiento.
No, no, no, de verdad.
No, no quiero molestar.
Pero ¿qué molestar?
¡Por favor!
A ver, chicos, ¿tenéis hambre?
Pues, ya está, decidido.
Cenéis aquí.
Dadme las mochilas.
Venga.
Alegría, que si no se nos enfría la cena.
Vamos allá.
Dejad aquí los abrigos.
Ven conmigo.
Darío, tienes una misión muy importante.
¿Ves cómo está colocado esta parte de aquí?
Pues, quiero que hagas lo mismo en esos dos asientos.
-[Darío] Vale.
-Tienes aquí un mantelito rojo y unas servilletas.
Y tú vente conmigo.
Quiero que cojas de la nevera lo que quieras beber para cenar, nada de alcohol, ¿eh?
¿Abres tú el vino?
Toma.
Gracias.
[Jon] A ver, cómo va esto.
Voy a coger mis superguantes mágicos con superpoderes.
Con estos guantes podría coger cualquier cosa a unos grados extra... Eh, tengo que hacer una llamada importante.
Ah, vale, sube a la habitación que estarás más cómoda.
Sí.
[Jon] Darío, necesito ayuda.
Vamos a ver cómo va la carne.
Le queda todavía poco.
Vamos a ver ¿qué más nos falta?
Cubiertos.
Unas copas.
[pitido electrónico] ¿Qué te gusta más la carne o el pescado, Darío?
[suena música de suspenso] ¡Carla!
¡Hey!
¿Qué haces aquí?
Sí, sí, sí, es Jon, es Jon.
Sí, es una amiga de Jon, y ese día estaban muy enfadados.
Estaban muy enfadados.
Oye, ¿tú sabes lo que dicen?
Espera.
Mira.
Dice que la ha descubierto.
¿Quién?
¿Jon?
Que está harto que se rían de él, que se aprovechen.
Dice que... ¿Qué, mi amor?
Mi amor, ¿qué?
¿Qué dice?
Cariño.
¿Qué, Carla?
¿Dice que la matará?
Ven, toma.
Ven, vamos.
[Jon] No sabes el daño que me hizo.
Las zanahorias para ti y para mi madre, ¿vale?
¿Qué pasa?
¿Que no te gusta?
Yo las verduras y esas cosas, cuanto más lejos mejor, ¿eh?
Bueno, hace un momento me dices que no te gusta el pescado y ahora las verduras.
¡Madre mía!
Oye, ¿qué le das de comer a estos niños, ¿solamente nuggets o qué?
Carla, ¿te gustan las zanahorias a ti?
Llévate a tu hermana al coche y espérame allí.
-[Darío] ¿Por?
-¿Qué pasa?
¡Al coche ya!
¿Qué es lo que está pasando?
Nos tenemos que ir.
Perdona, pero si me vas a dejar con la mesa puesta, creo que me debes una explicación.
¿Qué pasa?
¿Qué es lo que pasa?
¿Con quién has hablado?
-¿Qué te han dicho?
-[Elena] Me has mentido.
-Yo no te he mentido.
-Me mentiste sobre aquella noche.
-¿Qué dices?
-Sé lo que te iba a hacer Anne.
Sé que se iba a llevar el proyecto y tú le dijiste que si lo hacía, la ibas a matar.
[teléfono vibra] Yo no la he matado.
¿Ah, no?
¿Cómo lo sabes?
Pensaba que no te acordabas de nada.
Me está llamando por teléfono.
[teléfono vibra] [suena música de suspenso] ¿Anne?
[Anne] ¡Deja de seguirme!
¡Suéltame!
[Jon] Tenemos que hablar de nosotros.
[Anne] ¿Te das cuenta de que ya no existe ningún nosotros?
-Jon, ¿estás ahí?
-¿Anne?
[Anne] Jon, tienes que ayudarme.
-¿Dónde estás?
-[Anne] No, no... [hombre] ¿Sabes qué dicen?
Que has firmado una carta.
¿Quién te ha dicho eso?
¿Que quién te ha dicho eso?
Este barco es demasiado grande para la profundidad que tiene el estuario.
Por eso no te preocupes que tenemos todos los permisos.
La llamada se hizo exactamente desde aquí, ¿significa algo para ti?
Aquí Anne y yo nos dimos nuestro primer beso.
[mujer] ¿La quieres ver?
Prueba buscarla en el refugio de surf de Javier Aristegui.
El número de móvil que nos diste está a nombre de Anne, pero quien lo está pagando es Jon.
¿Estás seguro?
¿De verdad piensas que yo he hecho esas llamadas para demostrar que Anne estaba viva?
¿Para qué?
-[Susana] No lo sé.
-¿Para desviar sospechas sobre mí?
[Susana] Voy a necesitar el traje que llevaste la noche de su desaparición.
[Jon] Lo tengo arriba.
Kaixo, Maite.
¿No le vas a decir nada a tu hermano?
Tú y yo no tenemos nada que decirnos.
Pero si tú te estás follando al hermano del asesino de Anne.
El número que triangulamos ha vuelto a conectarse.
-[Susana] Manda refuerzos.
-[Jon] ¿Sabes algo?
¿Dónde está?
Los de Comunicaciones me han dicho que el móvil de Anne se ha conectado desde aquí.
[timbre de teléfono] [suena música de suspenso] ¿Anne?
[suena música de suspenso]
Support for PBS provided by: